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Referencial/La Arena. |
El pasado 05 de enero quedó nuevamente evidenciado el degradación la política partidista en Venezuela. Tras momentos de tensión, se debía llevar a cabo como dicta la constitución: la juramentación de la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional (AN) la cual tiene como objeto dirigir el destino legislativo de nuestro país, terminó en un acto penoso y de poco nivel ético.
Hubo una épica jornada realizada en el Palacio Federal Legislativo; Entre golpes, insultos, dramas novelescos se eligió a Luis Eduardo Parra del partido Primero Justicia (PJ) como
presidente del Parlamento, con un total de 81 votos, incluidos los 49 de los
diputados de la bancada oficialista. Asimismo, quedó como primer vicepresidente el diputado
Franklin Duarte por Copei, como segundo vicepresidente Gregorio Noriega de
Voluntad Popular (VP) y en la secretaría de la cámara legislativa Negal Morales
por Acción Democrática (AC).
No obstante, este acto fue catalogado por
factores extremistas de la misma oposición venezolana como un "golpe
parlamentario", por motivo que el expresidente de la AN, Juan Guaido, alegó que se "le impidió el acceso"y no logró ingresar al hemiciclo protocolar y votar: "Parra ha sido elegido sin que Guaido
estuviera presente en una sesión desarrollada pese a que varios diputados no
han podido acceder a la sede parlamentaria debido a los controles de la Policía",
reseña el Europa press.
Por su parte, Guaidó declaró a través de un
comunicado que "sin votos ni quórum reglamentario, diputados del PSUV y la
fracción corrupta CLAP juramenta falsa directiva", denunció el también
el autoproclamado "presidente interino".
Ante estas declaraciones, Luis Parra refirió: "Juan Guaido, sabía como todos nosotros, que teníamos que estar aquí y a el
nadie le impedía estar. No tenía los votos y por eso decidió quedarse afuera”,
al mismo tiempo llamó la atención colocando como ejemplo que los diputados
Henry Ramos Allup (Acción Democrática) y Stalin González (Un Nuevo Tiempo) sí
accedieron", aclaró el Parra a través de Globovisión.
Posteriormente, Juan Guaidó, luego del desbarajuste, el 6 de enero se reunió con otros diputados y armaron un circo político desde la sede del periódico El Nacional y juramentó una Asamblea Nacional paralela. Dejando un escenario más convulso del que ya existía, agravando mucho más la situación política del país.
El 7 de enero día de la segunda sesión, se enfrentaron ambas directivas de las dos opositoras Asambleas Nacionales y sesionaron una cantidad de sandeces que terminan en actos violentos y escenas penosas para la figura de un político, como: persecuciones tal cual el jardín de infancia y salto de cerca al mejor estilo de Spider-man.
Dicha sesión culminó en desbarajuste bochornoso, lo que deja como evidencia la decadencia de la oposición política en Venezuela.
Situación Nacional

Esto puede ocasionar graves consecuencias que podrían golpear drásticamente al pueblo venezolano, tal como hoy lo sufre el Medio Oriente luego del asesinato de uno de los líderes con mayor influencia en las Fuerzas de Movilización Popular iranies, Qasem Soleimani, por parte de los Estados Unidos de Norte America.
Mientras la oposición venezolana pierde el tiempo de manera intencional en sus discusiones estériles, el venezolano común padece los embates de la especulación y usura de los comerciantes, por decir uno de los principales problemas de los muchos que enfrenta.
Esta "nueva maniobra", ahora en compañía de un sector de la oposición, pone más tenso el panorama internacional con los gobiernos adversos al proceso revolucionario y organismos multilaterales como el llamado Grupo de Lima.
Puro pan y circo
La Asamblea Nacional es el organismo que debería: realizar contraloría a los diferentes entes públicos, llevar la voz desde los sectores a las discusiones. Discutir los problemas, debatir leyes en favor del pueblo, autorizar recursos, fomentar políticas en favor de los mas necesitados. El pueblo los elige para eso, no para andar peleando entre ellos a propósito mientras una minoría se enriquece a costa del trabajo del pueblo.
Equilibrio político
Sin oposición política seria el oficialismo puede hacer y deshacer a sus anchas. Todo gobierno necesita una contraparte que lo obligue a perfeccionar sus políticas competitivamente de forma positiva para el pueblo. Además que esto ha permitido la construcción de monopolios financieros por falta de supervisión. Todo esto no parece casualidad, "o son muy bobos o son muy vivos".
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